viernes, 7 de noviembre de 2014

¡PERO SOY FELIZ!

Te das cuenta de que todo ha cambiado, cuando miras hacia atrás y ves que ya nada es lo mismo. 

Ya no eres el niño que todas las navidades esperaba con ansias esos carros de juguete el día de reyes, o aquel niño que no paraba de rasparse las rodillas por montar bicicleta, también aquel niño que al llegar de la escuela no podía aguantarse hasta el otro día para volver a ver a sus amigos.

 Vas viendo cambios. Cambios que a la corta o a la larga son buenos.

 No puedes evitar que se te agúen los ojos de tristeza y nostalgia al ver esas fotos de cuando eras plenamente feliz. Esos momentos en los que tu única preocupación era cuidar los juguetes sin que se te dañaran. 

Vemos que van apareciendo cosas que sustituyen el valor sentimental de las anteriores. Cosas que en el pasado no te interesaban y ahora lo son todo para ti. También vamos conociendo personas. 

Algunas de ellas  entran por una larga temporada en tu vida y no llegas a apreciar su presencia; otras sin embargo pasan una corta estadía en ella y su esencia perdura hasta el fin de tus días. 

Algunos de nosotros, nos vemos cohibidos, en el sentido de que no nos damos la oportunidad de ser quienes queremos ser; a lo mejor por los estúpidos parámetros que establece culturalmente la mierda de sociedad en la que vivimos. 

Hoy por hoy, me miro en el espejo, sonrío y me siento orgulloso de mi mismo. Porque me doy cuenta que por mas adversidades que hasta ahora se me han presentado, como máximo con dos personas las he librado. Al mismo tiempo me considero un tanto idiota, porque no logro ver en mi, aquello que los demás resaltan como positivo de mi persona. 

A veces me siento raro, porque las cosas que antes me parecían importantes, hoy ocupan un lugar bajo en mi vida. 

Los cambios, los problemas y las adaptaciones conforman la esencia de la vida, disfrutemosla!